Esta canción se titulaba originalmente: “Lentamente (el hecho)”. Era una canción oscura, que formaba parte de una cinta de casete de un proyecto musical que se llamaba The New Handle With Care Music Machine, que, como su propio nombre indica, tenía infinitas influencias: los Traveling Wilburys y a algunos de sus componentes, y, claro, las de Lou Reed y seguro que las de Springsteen, del que era un fan irredento cuando grabé esos temas (lo sigo siendo, aunque de otra manera ahora). Aunque en esa colección de canciones, sobre todo en la Cara A, realmente predominaban el “Berlin” y el “Magic and loss” de Lou Reed. Era una casete de 60 minutos con la cara A electrificada y la B acústica, compuesta de 18 canciones. Cada cara era una cosa temática. La A inspirada sobre todo en el Berlin y en el Magic and Loss y la B en el resto: Dylan y Springsteen, pero también mucha música inconsciente que bullía por mi cabeza. La Cara A no recuerdo que tuviera título, era complicado ponérselo, a pesar de ser una historia compuesta de nueve canciones que narraban la historia sórdida de una pareja drogadicta y suicida (insisto, inspirada en Berlin y en Magic and Loss, sin ser lo mismo). Esas casetes, de las que hay cuatro, solo las tenían mis amigos más cercanos. Cuando con Davín nos planteamos montar de nuevo una banda, por alguna razón el tema 4 de la casete 2, el susodicho Lentamente (el hecho), le molaba mucho. Lo de “el hecho” es porque cada canción narraba la parte de una historia de una pareja suicida y drogadicta, en la inspiración del Berlin, pero también, aunque no era el caso, del Magic and Loss, en la composición, y siento repetirme. Así que cada tema tenía un título, que reflejaba el tema de la canción, y un subtítulo entre paréntesis, que reflejaba el momento narrativo de la historia. Eso, muy Magic and Loss en su presentación y muy Berlin en su contenido. No sé por qué, de las 18 canciones, esta precisamente le molaba tanto a Davín, aunque especulo que fue por la frase melódica de la guitarra que podía traspasarse perfectamente a línea de bajo, como así ocurrió. Quizás por su tono punk. Lo que sea. Como no os voy a subir la canción original ahí queda la cosa para la imaginación de cada cual/a.
La cosa es que la letra no pegaba nada, estaba fuera de contexto si la sacábamos de la historia en la que se encontraba y la tocábamos como canción independiente. Así que, ante la insistencia de Davín de recuperar esa canción para el disco, yo le dije que había que reescribir la letra. Y así hicimos. La letra original era esta (que, como digo, no se entiende sacada de su contexto, pero que la reproduzco aquí igual en aras de la clarificación para curios@s):
<<Llenó la bañera de agua caliente
Cogió cuchillas de afeitar y Valium suficiente,
Dejó escrita una carta de despedida
En la postdata una lágrima borraba su firma.
Se metió en el balo y cerró con llave la puerta
Para no hacerse daño se tragó de golpe cuarenta.
Ya medio dormida para asegurarse
Se cortó las venas y dejó fluir la sangre,
Muy lentamente se cerraron sus ojos
Y su pelo quedó teñido de rojo.
Cuando los bomberos llegaron el cuerpo ya estaba sin vida
En la autopsian encontraron anticuerpos del virus del SIDA.>>
Pues eso, que le dije a Davín que vale, que grabamos esta canción, pero hay que cambiar la letra completamente. Había que reescribirla. Sacarla del contexto en el que estaba y situarla en el nuevo, en el del primer EP de …ATM! Y así hicimos. Pasé unos días reescribiendo, había frases que no era capaz de encajar, pero Davín vino a mi ayuda. Suyas son algunas frases como “Se salió de órbita de forma bastante violenta”, “ya no regresaría al planeta rojo”. Yo no quería un final trágico, pero poseído de la tragedia de la versión anterior no veía manera de salir de ahí y Davín concluyó: “Cuando entre asteroides hayamos los restos de la nave perdida / descubrimos un brillo, ¡era el milagroso latir de la vida!”. Y así, una canción oscura de un disco perdido, se transformó en una canción positiva, con final feliz, en el cuarto tema del primer EP de …ATM! Y siempre la hemos tocado en directo pasando la línea de guitarra original a la línea de bajo de la que Davín se apoderó para siempre. Por eso la retitulamos “La martianit perdida”, que tiene un correlato con la realidad que no se va a explicar aquí. La letra final escuchadla, no la pienso transcribir.